Contenido
LAS RELACIONES MÉXICO-ESTADOS UNIDOS A LA HORA ACTUAL. 1
LA COOPERACIÓN MÉXICO-ESTADOS UNIDOS; LOGROS Y DEBILIDADES.. 1
Los logros de la cooperación. 1
Las debilidades de la cooperación. 2
LOS MEXICANOS EN ESTADOS UNIDOS.. 3
LA HISTORIA Y LA CULTURA.. 3
LA RELACIÓN MEXICO-ESTADOS UNIDOS AL FINAL DE LOS AÑOS NOVENTA; ¿VUELTA AL PASADO? 4
¿POR QUE LA COMPARACION?. 4
EL MODELO.. 4
INTERESES CONTRADICTORIOS Y MECANISMOS DE COOPERACIÓN; EL CASO DEL NARCOTRÁFICO EN LAS RELACIONES MÉXICO-ESTADOUNIDENSES. 5
La política antidrogas estadounidense. 6
La política antidroga de México. 7
Manejo bilateral del problema desde 1996. 8
Conclusiones y perspectivas. 9
AVANCES Y RETOS EN EL COMERCIO Y LA INVERSIÓN ENTRE MÉXICO Y ESTADOS UNIDOS. 10
La situación actual 10
Fuerzas positivas. 10
Debilidades. 11
La esencia del TLC.. 12
LOS MEXICANOS EN ESTADO UNIDOS.. 13
LA MIGRACIÓN MEXICANA A ESTADOS UNIDOS TENDENCIAS PRESENTES Y DESAFÍOS FUTUROS. 13
Deportes. 13
Salud. 14
Cultura. 14
Negocios. 14
Difusión. 14
Recaudación de fondos. 14
COOPERACIÓN Y CONFLICTO EN LAS RELACIONES MÉXICO-ESTADOS UNIDOS; UN ENFOQUE HISTORICO.. 15
Aliados, enemigos y socios: las relaciones bilaterales entre 1822 y 1910. 15
La búsqueda de nuevas alternativas, 1970-1988. 15
MIRADAS DE PERFIL. ENCUENTROS Y DESENCUENTROS CULTURALES ENTRE MÉXICO Y ESTADOS UNIDOS.. 16
Asimetrías, el amor y la guerra. 16
La historia como herencia y como recurso. 16
El heraldo de una civilización. 17
Transparencia y opacidad. 17
LAS RELACIONES MÉXICO-ESTADOS UNIDOS A LA HORA ACTUAL
Al observar el estado de la relación bilateral en 1996-1997 y compararla con aquélla de 1986-1987, se podría concluir, a primera vista, que no han existido mayores transformaciones. La opinión pública ha centrado su atención en las tensiones prevalecientes en los dos temas más conflictivos de la agenda bilateral: migración y narcotráfico; ello haría parecer que el balance de la relación México-Estados Unidos al finalizar el siglo XX es por demás negativo.
Esa visión se encuentra alejada de la realidad debido a que no toma en cuenta que, en las dos ultimas décadas, la relación bilateral ha experimentado grandes transformaciones: en aumento en el número de actores participantes en la relación, la importancia de nuevos temas en la agenda bilateral, entre otros. Dichas transformaciones se han traducido en una intensificación de la relación bilateral; es decir, un mayor grado de interacción entre los actores de ambos países en temas en que dicha interacción era nula o escasa hace diez años.
La comparación entre los dos momentos de la relación bilateral muestra que, con excepción de los congresos y las cortes federales, los actores principales han ido incrementando su nivel de participación en el transcurso de los últimos diez años.
LA COOPERACIÓN MÉXICO-ESTADOS UNIDOS; LOGROS Y DEBILIDADES
Un avance notable en la institucionalización de mecanismos de cooperación que facilitan el dialogo y las acciones conjuntas en temas como los antes mencionados. La persistencia de malentendidos, ambigüedades e incertidumbres que, a pesar del innegable avances de los mecanismos de cooperación, siguen ensombreciendo de manera recurrente las relaciones mexicano-estadounidenses.
Los logros de la cooperación
El problema de la migración era “la política de no tener política”.
Dificultades para mantener el statu quo migratorio a partir de la aprobación, desde 1986, de leyes de corte claramente restrictivo que auguraban momentos difíciles para los trabajadores migrantes.
La atención conjunta que se otorga a la protección de los derechos de los migrantes queda atestiguada en el Memorándum de entendimiento sobre protección consular de nacionales de Estados Unidos y México, firmado por los dos gobiernos en mayo de 1996.
Dicho documento incluye una serie de acuerdos para proteger a los migrantes: que se les notifiquen sus derechos al ser detenidos; que se les facilite la presencia de funcionarios consulares en los procesos judiciales; y, en general, que se promueva la cooperación en la investigación de incidentes serios.
En cuanto al caso especifico de la región Tijuana-San Diego, se apuntan dos características singulares: la primera es que esa región fronteriza es el punto de transito e influencia reciproca más activo de todo el mundo entre dos ciudades de países diferentes, las cuales coinciden en ser las más distantes de sus respectivas capitales; la segunda es que se trata del único punto de cruce en el mundo con movimiento diario de más de 200 000 personas, la frontera más vigilada y con mayor control policiaco de todo el planeta y la única región donde la comunidad mexicana gasta más de 2 000 MDD anuales en el país vecino.
En el caso de la cooperación en materia de narcotráfico es quizá el más complejo de las relaciones México-Estados Unidos y aquel en el cual resulta más difícil establecer los limites entre los logros y el costo político-económico de la cooperación para ambos países, México en particular.
El supuesto fundamental de la política antidrogas estadounidense ha sido que el consumo en su territorio solo puede ser controlado si se elimina o reduce sensiblemente la disponibilidad de drogas; es decir, si se pone fin a la producción, la entrada, la venta y la distribución de las mismas.
Las debilidades de la cooperación
El hecho de que México y Estados Unidos se involucren en esa forma cada vez más intensa con el fin de fortalecer el dialogo y la cooperación convive con una serie de problemas que limitan la posibilidad de asegurar una relación armónica entre los dos socios comerciales, dirigida al mutuo fortalecimiento económico y político.
En el área de la preservación del acceso de los migrantes mexicanos a los mercados laborales de Estados Unidos y, por lo tanto, en el área de la influencia de México en la política de Estados Unidos frente a los migración mexicana, la situación no es alentadora.
La política del dialogo no ha obtenido garantías legales e institucionales especificas (un acuerdo migratorio) para mantener abierto el paso de la mano de obra mexicana al mercado laboral estadounidense.
No obstante las señales del mercado en materia de oferta y demanda, los temas de migración y narcotráfico contribuyen a crear una situación paradójica.
La obstrucción del progreso en cualquiera de los tres países, más que abierta eliminación de lo pactado, es el camino más seguro hacia el anquilosamiento del acuerdo comercial. Asimismo, el TLC podrá cancelarse si se presentara una problemática política seria en alguno de los países miembros o, bien, si llegara a suscitarse alguna rencilla.
LOS MEXICANOS EN ESTADOS UNIDOS
La intensa y creciente presencia mexicana en el territorio estadounidense singulariza, sin duda, a las relaciones México-Estados Unidos. En 1996, el numero de personas de origen mexicano que vivían en Estados Unidos era de 18 000 000; de ellos, más de once millones eran ciudadanos estadounidenses de ascendencia mexicana, y alrededor de siete millones eran inmigrantes con nacionalidad mexicana.
La cooperación con las personas de origen mexicano que se lleva a cabo, principalmente, a través del Programa para las Comunidades Mexicanas en el Extranjero (PCME) de la Secretaria de Relaciones Exteriores.
LA HISTORIA Y LA CULTURA
México y Estados Unidos han vivido una historia común, compartida, de influencia reciproca; incluso, puede hablarse de una especie de traslape de las dos historias nacionales. Se trata de una relación que siempre ha sido asimétrica, en la cual permanentemente han participado otros sectores sociales, además de los agentes gubernamentales. En el siglo XIX México y Estados Unidos fueron países aliados (1832), enemigos (1846) y socios por conveniencia (1867-1910); sus relaciones fueron extremadamente complejas. Esto se debía a los problemas internos de México y de Estados Unidos, a la competencia de las potencias europeas por extender sus esferas de influencia en lo que había sido el imperio español.
LA RELACIÓN MEXICO-ESTADOS UNIDOS AL FINAL DE LOS AÑOS NOVENTA; ¿VUELTA AL PASADO?
Al observar el estado de la relación bilateral en 1996-1997, y al compararla con aquella de 1986-1987, se podría concluir, a primera vista, que no han existido mayores transformaciones, lo cual se debe a que la opinión publica, en ambos periodos se ha centrado en las tensiones que prevalecen en los temas mas conflictivos de la agenda bilateral: migración y narcotráfico.
¿POR QUE LA COMPARACION?
En 1986, el 99 congreso estadounidense aprobó la Ley de Reforma y Control de la Migración, la cual buscaba endurecer las medidas en contra de la migración indocumentada, y cuyo rasgo más sobresaliente fue la aplicación de sanciones a empleadores de trabajadores indocumentados, además de un aumento en el número de agentes en la patrulla fronteriza.
En cuanto al narcotráfico, en 1986, el 99 Congreso aprobó el Acta de Control de Narcóticos, que crea el proceso de certificación. De acuerdo con esa Ley, el presidente de Estados Unidos debe certificar cada año si un país ha prestado, o no, “plena cooperación” a Estados Unidos en la lucha contra el narcotráfico de drogas; en caso de que el país en cuestión sea “desertificado”, recibirá una serie de sanciones; la reducción en la ayuda económica es la principal.
EL MODELO
Los investigadores de la relación entre México y Estados Unidos se enfrentan a un complejo objeto de estudio, debido a los tres factores que la determinan: dimensión, complejidad y asimetría.
Dimensión: se entiende la magnitud e intensidad de la relación, la enorme frontera común de más de 3 00 km de longitud y el flujo comercial que, en 1997, supero el monto de 160 000 millones de dólares (MDD), así como la densidad de su población.
Complejidad: radica en el gran número de actores participantes, desde empresarios y organizaciones no gubernamentales (ONG) hasta bandas de crimen organizado, con intereses propios, diferentes, que interactúan en muy diversos temas.
Asimetría: atraviesa y marca a todos y cada uno de los temas y actores involucrados en la relación bilateral. La magnitud de la asimetría se muestra muy claramente al observar el tamaño de las respectivas economías.
INTERESES CONTRADICTORIOS Y MECANISMOS DE COOPERACIÓN; EL CASO DEL NARCOTRÁFICO EN LAS RELACIONES MÉXICO-ESTADOUNIDENSES.
En los años 70, el narcotráfico no fue un tema preeminente en las relaciones bilaterales México-estados unidos.
En octubre de 1969, la administración Nixon llevo a cabo la denominada Operación Intercepción, que significo un cambio radical en el tratamiento del problema del tráfico de trasfronterizo de drogas.
Después del a operación Intercepción en la década de los setenta, México realizo una campaña muy efectiva de erradicación de marihuana y amapola, lo que redundo en su casi desaparición como abastecedor del mercado estadounidense.
En el periodo 1985, la confortación bilateral por el problema del narcotráfico alcanzo sus niveles más altos.
Una relativa calma volvería en el periodo 1989-1994. En ese lapso, ambos gobiernos lograron que le problema no despertara graves conflictos en la relación bilateral. La mayor o menor eficacia del gobierno de México para reducir l tráfico ilícito de drogas hacia estados Unidos.
Los procesos a los que se ha aludido en el epígrafe anterior se agudizaron tras la caída de los regímenes comunistas y el final de la Guerra Fría, preludio de una libertad económica que influyó decisivamente en la mundialización de la producción, distribución y consumo de drogas.
En nuestros días, la droga está presente en todos los continentes y áreas geográficas del planeta, lo cual no impide que puedan distinguirse una serie de centros principales de producción y rutas de distribución, así como lugares en los que se registra una mayor demanda y consumo.
En concreto, destacan dos zonas como núcleos en los cuales se inicia el proceso del narcotráfico: el sur de Asia, en el caso del opio y sus derivados, y el noroeste de América del Sur, en cuanto a la producción de cocaína.
El narcotráfico internacional se ha convertido por sí mismo en un gobierno malvado y poderoso. Representa en la actualidad un poderío financiero, político y militar mayor que el de algunas naciones de las Américas.
El tráfico y el consumo de drogas, y sus resultantes de corrupción y violencia, son las mayores amenazas a nuestra seguridad, como región y como naciones individuales. Estas amenazas no reconocen fronteras, dentro de nuestro hemisferio, en su ataque inexorable y devastador a nuestras familias, nuestras comunidades, las instituciones democráticas de nuestras repúblicas soberanas y nuestros propios medios de vida.
La política antidrogas estadounidense.
Estados unidos ha sido el mayor consumidor de drogas ilícitas a lo largo del siglo XX; el objetivo fundamental de su política antidroga ha sido siempre la reducción de los niveles de violencia y criminalidad.
Desde principios de siglo, cuando convoco las características de Shanghái y de la Haya, estados unidos ha suido el principal impulsor de la adopción de acuerdo de la adopción de acuerdos internacionales que dan preponderancia a los programas de combate a la producción y el trafico de drogas
En el plan bilateral, desde los años veinte, en particular en las últimas tres décadas, estados Unidos ha promovido activamente la realización de programas de erradicación e intercepción de marihuana, amapola y hojas de coca.
Los Estados Unidos deben adoptar una posición de principios en favor de la protección de los derechos humanos y del fortalecimiento del estado de derecho.
Esto requiere un cambio fuerte en la diplomacia estadounidense hacia una actitud más firme que ayude a los Estados a enfrentar la impunidad, proteger las vidas de sus defensores de derechos humanos, preservar la independencia del poder judicial fortaleciendo al mismo tiempo su capacidad, así como mejorar el desempeño de las fuerzas de seguridad en el campo de los derechos humanos.
La política de los EE UU debe insistir en que el gobierno de de cada país desmantele totalmente las redes paramilitares y apoye los esfuerzos de las víctimas por la verdad, la justicia y la reparación.
El gobierno estadounidense debe proteger estas comunidades que han resultado desproporcionadamente afectadas por el desplazamiento y los estragos de la guerra, prestando especial atención a sus vulnerables derechos a la tierra.
Asimismo deberá instar al gobierno colombiano a completar la titulación de tierras a las comunidades afrocolombianas, exigir la total devolución de sus tierras a las comunidades desplazadas y garantizar que los proyectos estadounidenses de asistencia no se realicen en tierras obtenidas con violencia.
Quienes formulan las políticas en los EE UU deberán usar las condiciones sobre derechos humanos en la ley estadounidense para insistir en que las fuerzas armadas colombianas no violen los derechos humanos y a la tierra de estas comunidades.
La política antidroga de México.
A diferencia de estados unidos, México no ha desarrollado, hasta el momento, un problema endémico de consumo de drogas, aunque este ha tendido a aumentar en los últimos años.
El gobierno de México permitió un aumento en el cultivo de amapola para satisfacer los requerimientos de opiáceos durante la segunda guerra mundial. Históricamente, la mayor parte de la producción mexicana de marihuana y heroína, así como del tráfico de cocaína, han sido para satisfacer la demanda estadounidense.
El principal exponente, promotor y defensor de la política antidroga es el poderoso vecino del Norte: los Estados Unidos de América. Su influencia en organismos internacionales, así como en los diferentes gobiernos latinoamericanos, es innegable.
En el ámbito del consumo de drogas sus índices tienen una dimensión escalofriante, calificables de epidemia, a pesar de lo cual se empeñan en ver este fenómeno como un problema que viene de afuera, donde los culpables son tanto los países productores como los que sirven de puente para el transporte
La mencionada política pretende erradicar el consumo y el tráfico, combatiendo a toda costa la oferta. Se presenta al narcotráfico como "el mal perverso", la "plaga contra la humanidad", un "cáncer" para la estabilidad política y económica latinoamericana
. La presión del gobierno norteamericano es tal, que valiéndose de nuestra dependencia económica, condiciona los planes de reactivación y desarrollo regional, a la aprobación de una serie de leyes antinarcóticos y a la activa participación en su "guerra contra las drogas" guerra autodeclarada y autoimpulsada en febrero de 1982, por el entonces presidente Ronald Reagan.
Por lo tanto, resulta a todas luces lógicas y explicables que las leyes en materia de drogas no respondan a nuestra realidad socio-económica, y cultural pues se dictan sin analizar otra opción, respondiendo únicamente a los intereses de nuestro "vecino y amigo":
Manejo bilateral del problema desde 1996.
En 1994, no parecía que el narcotráfico volvería a representar un serio desafío para las relaciones entre México y estados unido.
Al inicio, de sus periodos de gobierno, los administradores Bush y salinas se propusieron estrechar la cooperación antidroga. En 1989 firmaron un tratado de cooperación contra el narcotráfico, por medio del cual se fijaron este campo.
Las reuniones interparlamentarias México-Estados Unidos, tienen su fundamento legal en la Ley Pública 86 que pertenece a Estados Unidos, aprobada el 9 de abril de 1960.
Las tendencias a la institucionalización tampoco ha logrado la definición bilateral de políticas mas afincases contra el tráfico ilícito de drogas.
Conclusiones y perspectivas
México y Estados Unidos tienen una visión común respecto al problema de las drogas, comparten la idea de que es necesario enfrentar simultáneamente el problema desde un enfoque integral que incorpore políticas dirigidas tanto a la reducción de la demanda, como a la oferta de drogas ilícitas.
En los últimos cinco años, ambos países han logrado construir una estructura institucional sólida para llevar a cabo la colaboración bilateral en materia de cooperación antinarcóticos. Por primera vez, ambos países han comenzado a instrumentar un plan de colaboración amplio, integral y estructurado que oriente los esfuerzos conjuntos a largo plazo: la Estrategia Bilateral de Control de Drogas.
En este marco, se ha logrado un mayor acercamiento entre agencias competentes de ambos países, lo cual ha repercutido en un mayor entendimiento de las problemáticas particulares que enfrenta cada país y de los mecanismos de control nacionales para enfrentarlas.
El establecimiento de un mecanismo bilateral de consultas de alto nivel especializado en el control de drogas, el GCAN, ha agilizado los procesos de decisión y concertación entre ambos gobiernos, permitiendo dirigir efectivamente los esfuerzos de cooperación bilateral en contra del consumo de drogas, el narcotráfico y los delitos asociados.
No es posible para México y Estados Unidos enfrentar el problema de las drogas desde una perspectiva individual. Por lo tanto, se hace imperativa la conservación y el fortalecimiento de los mecanismos cooperativos entre los dos países. El logro más importante ha sido el desarrollo de una alianza antidrogas fuerte y vigorosa que se ha creado a partir de una perspectiva común acerca de las amenazas que ha impuesto el problema a ambos países, así como de un firme acuerdo acerca de los retos que se plantean a futuro. Esto es un logro inédito y valioso para la relación de las dos naciones vecinas, y debe de servir como ejemplo para aquellos países que se deben enfrentar, de igual forma, a amenazas de carácter transnacional o internacional. Reconocemos asimismo, que el problema de las drogas no es una guerra a ganar. Es más bien, un problema de naturaleza compleja y de largo plazo que requerirá necesariamente, de la activa participación y apoyo de nuestras sociedades.
AVANCES Y RETOS EN EL COMERCIO Y LA INVERSIÓN ENTRE MÉXICO Y ESTADOS UNIDOS.
El principal propósito de este ensayo es mirar hacia adelante. A fin de llevarlo a cabo, la atención se centrara en el contexto actual de las relaciones comerciales y de inversión entre México y Estados Unidos; Asimismo, se intentara por que han llegado al punto en el cual se encuentran.
Durante la guerra fría, el principal interés de Estados Unidos en materia de política Exterior era contener el crecimiento del comunismo, asunto que ciertamente no ocupaba un lugar preponderante en la agenda mexicana.
La situación actual
En la relación bilateral existen tantos problemas como promesas. Habrá que empezar con las fuerzas positivas para, posteriormente, matizar el panorama con una discusión sobre las debilidades.
Fuerzas positivas.
En los últimos años, el comercio de mercancías entre México y Estados Unidos se ha incrementado de manera significativa.
Para México, el auge en materia de exportación de mercancías hacia Estados Unidos se produjo después de la entrada en vigor del TLC de América del Norte, en primero de 1994.
Como resultado de la sostenida relación de cooperación entre ambos países, los gobiernos de México y Estados Unidos cuentan ya, con una base a partir de la cual dirigir sus esfuerzos a futuro. Aún más, la cooperación bilateral integral para controlar la oferta y demanda de drogas, ha dado como resultado un mejor entendimiento respecto a las problemáticas y retos a futuro que enfrenta cada país.
En términos específicos, se desarrollaron mecanismos de cooperación que aseguraron la viabilidad de evaluar los resultados obtenidos en reducción del uso y abuso de drogas, así como en el tráfico ilícito de las mismas y sus delitos conexos.
En este sentido, fueron llevadas a cabo acciones específicas en áreas como la recolección de datos, investigaciones conjuntas, protocolos de tratamiento, prevención, arrestos y sentencias de miembros de las organizaciones criminales, intercepción de drogas, armas y precursores químicos.
Estos esfuerzos, demostraron la importancia del establecimiento de una visión integral para tratar con el control de drogas, prestando atención tanto a la demanda como a la oferta de drogas.
La cooperación bilateral y consultas sobre cooperación antinarcóticos y asuntos de procuración de justicia ha sido alcanzada de manera activa y efectiva durante las administraciones de los presidentes Zedillo y Clinton gracias a la amplia variedad de acuerdos y arreglos alcanzados entre México y los Estados Unidos, diseñados para facilitar los esfuerzos conjuntos contra el crimen organizado, incluyendo el Tratado de Extradición, el Tratado sobre Cooperación de Asistencia Jurídica Mutua, Acuerdo de Cooperación Mutua para el Intercambio de Información respecto a Transacciones en Moneda a través de Instituciones Financieras, así como el Memorándum de Entendimiento sobre Procedimientos para Cooperación en Actividades de Aplicación de la Ley y el Acuerdo Aduanero de Asistencia Mutua.
Debilidades.
Los aspectos más frágiles de la relación nacen de la simetría existente y de los hábitos de pensamiento que esta ha engendrado en las dos poblaciones.
Los migrantes indocumentados de México viajan al norte, casi nunca hacia alguna otra dirección. Los narcóticos también viajan hacia el norte. Este fenómeno no ocurriría sin la enorme demanda de los estadounidenses, a pesar de lo cual la población y el gobierno de este país argumentan que México es el proveedor y la principal ruta de transito.
El intercambio comercial entre México y Estados Unidos se inscribe en el marco conformado por dos tratados de esta red de acuerdos comerciales, el TLCAN y el ALCA. Actualmente esta relación enfrenta diversos retos.
El TLCAN se concibe como un área de oportunidad y de beneficios que dado el nivel de concentración comercial que ya existe, no pueden expandirse fácilmente.
Por otra parte, el ALCA y la creciente preocupación de Estados Unidos por su seguridad se perciben como una amenaza a dicho intercambio.
Sin embargo, las amenazas reales no se encuentran en la configuración exterior del esquema de comercio exterior de México, sino en los problemas su interior que impiden transformar estas supuestas amenazas en oportunidades.
El ALCA es la iniciativa de liberalización comercial regional más ambiciosa en el continente tanto por el número de participantes como por los temas que plantea. La agenda cubre una serie de temas con una alta complejidad y el proceso de negociación se vuelve aún más complicado si se considera que los plazos de negociación son muy reducidos y que cada país debe integrar nueve grupos de negociación.
Estados Unidos es el país que marca el ritmo de avance en la negociación del ALCA mientras que el Mercosur, apuntalado por Brasil, ejerce un contrapeso limitado a dicho liderazgo. México y Canadá, por su parte, mantienen una posición de reserva con respecto a los avances de este proceso ya que perciben como contraria a sus intereses la erosión de sus preferencias comerciales con Estados Unidos a partir de la ampliación de las mismas al resto de los países de América.
Por otra parte, el TLCAN ha dado un gran dinamismo al comercio e inversión en América del Norte y sin lugar a dudas se ha vuelto estratégicamente importante para los planes de desarrollo mexicanos. Desde la perspectiva de México, los resultados del TLCAN tienen muchos matices.
El TLCAN ha tenido aspectos positivos como el incrementar las exportaciones y los flujos de inversión, construyó un andamiaje institucional en el comercio con Canadá y Estados Unidos, y brindó certeza acerca de la política económica que seguirá el país.
Dentro de los rubros negativos, destaca el que ha incrementado la dependencia económica de México hacia los Estados Unidos, incrementando la vulnerabilidad del primero.
La esencia del TLC
El Tratado de Libre Comercio es un conjunto de reglas que los tres países acuerdan para vender y comprar productos y servicios en América del Norte. Se llama de "libre comercio" porque las reglas que se disponen definen cómo y cuándo se eliminarán las barreras arancelarias para conseguir el libre paso de los productos y los servicios entre las tres naciones participantes; esto es, cómo y cuándo se eliminarán los permisos, las cuotas y las licencias, y particularmente, las tarifas y los aranceles, siendo éste uno de los principales objetivos del Tratado.
Otros objetivos a conseguir son: promover las condiciones para una competencia justa, incrementar las oportunidades de inversión, proporcionar la protección adecuada a los derechos de propiedad intelectual, establecer procedimientos eficaces para la aplicación del
Tratado y para la solución de controversias, fomentar la cooperación trilateral, regional y multilateral, entre otros.
Estos objetivos se lograrán bajo los principios y reglas del Tratado, como los de trato nacional, trato de nación más favorecida y la transparencia en los procedimientos.
El Tratado, si bien no tiene el alcance de un mercado común, sí tiene un nivel superior al de una desgravación arancelaria, ya que incluye la prestación de algunos servicios profesionales: servicios financieros, servicios en telecomunicaciones, servicios de transporte, servicios turísticos, servicios para la salud.
Además, se incluye un mecanismo trilateral para la solución de controversias que pudieran surgir en el tiempo.
Las negociaciones concluyeron el 11 de agosto de 1992, produciéndose el anuncio oficial en la mañana del 12 de agosto por los Jefes de Gobierno de los tres países. Una vez concluidas las negociaciones, los textos fueron revisados y adecuados a los términos legales pertinentes, dando paso así a la rúbrica de los mismos por parte de los ministros de comercio, Jaime Serra Puche y Michael Wilson, y por la Embajadora Carla Hills.
El momento de la firma marca el inicio de un complejo proceso que va desde la autorización del Ejecutivo estadounidense para firmar el Tratado, hasta el sometimiento a la aprobación del Senado mexicano, del Congreso de Estados Unidos y de la Cámara de los Comunes de Canadá.
LOS MEXICANOS EN ESTADO UNIDOS
LA MIGRACIÓN MEXICANA A ESTADOS UNIDOS TENDENCIAS PRESENTES Y DESAFÍOS FUTUROS.
Deportes
El deporte es un instrumento particularmente útil para acercarse a un sector de la comunidad que recure con dificultad a las representaciones consulares en busca de ayuda: el de los jóvenes indocumentados o solteros, de aquellos que dejaron a sus familias en México.
En el caso de los niños, el deporte y las actividades recreativas sirven para estimular la identidad hacia lo mexicano a través de un mejor conocimiento de los juegos infantiles tradicionales.
Salud
El nivel educativo promedio de la comunidad de origen mexicano en Estados Unidos no es muy alto, lo cual conlleva una serie de consecuencias, entre las que destaca el peligro inminente de las adicciones y cierto tipo de enfermedades, muchas veces adquiridas por ignorancia.
Los programas de educación se refuerzan mediante campañas preventivas de salud dirigidas a dos tipos de audiencia.
Cultura
La cultura mexicana en Estados Unidos, que ha luchado por conservar su forma original, contra la asimilación mediante un lugar común étnico, que ha luchado por conservar su forma original, contra la asimilación mediante un lugar común étnico. Hasta la fecha gracias a su antigüedad y diversidad así como el arraigo que provoca en todos los mexicanos, aunque no sea tan evidente, la comunidad de origen mexicano en Estados Unidos demanda trozos auténticos de México.
Negocios
El PCME pretende aprovechar los desafíos y las oportunidades que brinda la apertura económica para promover negocios entre las comunidades Hispanas en Estados Unidos y los empresarios mexicanos; presidente de l consejo para la promoción de negocios con las comunidades mexicanas e hispanas, a través del cual organiza la participación de empresas mexicanas en foros y seminarios comerciales.
Difusión
Un poco compiladora y un poco portavoz del PCME, el área de difusión produce materiales informativos en diversos medios para apoyar las campañas de las otras áreas. Además se editan tres publicaciones dirigidas a los diferentes lectores de la comunidad mexicana en el mundo: La paloma, Raíces y noticiero Quincenal.
Recaudación de fondos
Las aportaciones que obtiene el área de recaudación de fondos tienen como objetivo apoyar el trabajo del PCME; provienen de las empresas mexicanas con intereses en Estados Unidos; de empresas estadounidenses con intereses en México; y gobierno de los estados. Para tal efecto estableció una cuenta especial con el Fondo Nacional para la Cultura y las artes, mediante el cual se extienden recibos deducibles de impuestos.
COOPERACIÓN Y CONFLICTO EN LAS RELACIONES MÉXICO-ESTADOS UNIDOS; UN ENFOQUE HISTORICO
Se trata de una integración bastante compleja. En primer lugar, debido al carácter asimétrico- entre otros factores estructurales- que siempre hay definido entre países.
En segundo, a que las relaciones nunca han estado limitadas a la mera interacción entre los agentes gubernamentales de cada país; en ellas han participado y participan de manera cada vez más importante, otros actores sociales.
Aliados, enemigos y socios: las relaciones bilaterales entre 1822 y 1910
En la lucha partidista, Estados Unidos estuvo presente tanto directa como indirectamente: los políticos liberales mexicanos- radicales y moderados – vieron en Estados Unidos como un aliado cultural.
Los conservadores insistieron en la necesidad de mantener las instituciones políticas y sociales heredadas de la tradición española y llevar acabo reformas particularmente en el ámbito, económico, de manera progresiva; veían a los estadounidenses con la misma actitud de recelo y antagonismo que se había dado entre España y gran Bretaña desde el siglo XVI, y que había trascendido a sus colonias.
La búsqueda de nuevas alternativas, 1970-1988
Durante la segunda mitad de la década de 1960 y hasta principios de la de 1980, tanto México como Estados Unidos sufrieron una serie de desajustes internos que se reflejarían en sus relaciones.
Después del intento de diversificación y relativa independencia diplomática del gobierno de Adolfo López Mateos, la administración de Gustavo Díaz Ordaz retoro a la postura previa, de énfasis en la relación con Estados Unidos; solo mantuvo el intento de diversificación comercial en América Central.
MIRADAS DE PERFIL. ENCUENTROS Y DESENCUENTROS CULTURALES ENTRE MÉXICO Y ESTADOS UNIDOS
Los fantasmas y las percepciones no son triviales ni menos reales que los demás agentes y vectores involucrados, puestos que influyen en el comportamiento de las sociedades y de sus individuos. Un número infinito de nuestros comportamientos individuales y nacionales nos es dictado por ellos.
Asimetrías, el amor y la guerra
La identidad es calca no disimulada de la denominación del vecino del norte, orgullosa leyenda que se exhibe en sellos y monedas en torno al escudo nacional: Estados Unidos Mexicanos.
La estampa idealizada del pasado indígena del Anáhuac que loa actuales mexicanos veneran en los murales de Diego Rivera o en las ilustraciones de los libros de texto sin saber mucho mas acerca de el, constituye quizá la piedra angular sobre la que descansa el edificio del orgullo nacional, un elemento capital en la formación de toda cultura patria.
Para encontrar un pasado, para construir una identidad y un destino, Estados Unidos ha dirigido su vista hacia Europa, la mirada de su alta cultura, modelada por Inglaterra, no ha cambiado desde la independencia.
México se encuentra absorto en un tete a tete con una sola potencia que es, al mismo tiempo, su principal contraparte en todas las negociaciones: económicas, políticas, culturales y migratorias…
La cultura mexicana busca sus referencias en el corazón de su propio territorio, extasiándose ante los esplendores de un pasado ideal e imaginario….
La historia como herencia y como recurso
La profundidad del tiempo social se frena y se bifurca en ese punto: ni la lengua ni los instrumentos conceptuales, ni las instituciones políticas permiten a la sociedad mexicana contemporánea tratar al mundo prehispánico como algo propio: es un horizonte ya ajeno, parte entrañable y mítica de la identidad pero de muy difícil acceso.
El heraldo de una civilización
México es por el contrario, un país de varias civilizaciones; un espacio que alberga en su seno proyectos diferentes de lo que debe ser una sociedad, sueños distintos y esperanzas divergentes.
Transparencia y opacidad
Aunque formado por dos sistemas divergentes, México ha sabido construir numerosas pasarelas entre ellos; incontables mecanismos de negociación que permiten el funcionamiento de ese circulo que se empeña continuamente en llegar a ser cuadrado.
Los procesos de modernización precipitada suelen engendrar en reacción movimientos de repliegue cuya aptitud e intensidad son proporcionales a la aceleración del impulso progresista.
México es un país dividido por una zanja que separa a dos civilizaciones, una zanja que viene a añadirse a todas las demás fracturas: desigualdades económicas, diferencias étnicas.
BIBLIOGRAFIA
MEXICO ESTADOS UNIDOS; LAS RUTAS DE LA COOPERACION
AUTORES: OLGA PELLICER Y RAFAEL FERNANDEZ DE CASTRO
INSTITUTO MATIAS ROMERO
INSTITUTO TECNOLOGICO AUTONOMO DE MEXICO
LAS RELACIONES MÉXICO-ESTADOS UNIDOS A LA HORA ACTUAL. 1
LA COOPERACIÓN MÉXICO-ESTADOS UNIDOS; LOGROS Y DEBILIDADES.. 1
Los logros de la cooperación. 1
Las debilidades de la cooperación. 2
LOS MEXICANOS EN ESTADOS UNIDOS.. 3
LA HISTORIA Y LA CULTURA.. 3
LA RELACIÓN MEXICO-ESTADOS UNIDOS AL FINAL DE LOS AÑOS NOVENTA; ¿VUELTA AL PASADO? 4
¿POR QUE LA COMPARACION?. 4
EL MODELO.. 4
INTERESES CONTRADICTORIOS Y MECANISMOS DE COOPERACIÓN; EL CASO DEL NARCOTRÁFICO EN LAS RELACIONES MÉXICO-ESTADOUNIDENSES. 5
La política antidrogas estadounidense. 6
La política antidroga de México. 7
Manejo bilateral del problema desde 1996. 8
Conclusiones y perspectivas. 9
AVANCES Y RETOS EN EL COMERCIO Y LA INVERSIÓN ENTRE MÉXICO Y ESTADOS UNIDOS. 10
La situación actual 10
Fuerzas positivas. 10
Debilidades. 11
La esencia del TLC.. 12
LOS MEXICANOS EN ESTADO UNIDOS.. 13
LA MIGRACIÓN MEXICANA A ESTADOS UNIDOS TENDENCIAS PRESENTES Y DESAFÍOS FUTUROS. 13
Deportes. 13
Salud. 14
Cultura. 14
Negocios. 14
Difusión. 14
Recaudación de fondos. 14
COOPERACIÓN Y CONFLICTO EN LAS RELACIONES MÉXICO-ESTADOS UNIDOS; UN ENFOQUE HISTORICO.. 15
Aliados, enemigos y socios: las relaciones bilaterales entre 1822 y 1910. 15
La búsqueda de nuevas alternativas, 1970-1988. 15
MIRADAS DE PERFIL. ENCUENTROS Y DESENCUENTROS CULTURALES ENTRE MÉXICO Y ESTADOS UNIDOS.. 16
Asimetrías, el amor y la guerra. 16
La historia como herencia y como recurso. 16
El heraldo de una civilización. 17
Transparencia y opacidad. 17
LAS RELACIONES MÉXICO-ESTADOS UNIDOS A LA HORA ACTUAL
Al observar el estado de la relación bilateral en 1996-1997 y compararla con aquélla de 1986-1987, se podría concluir, a primera vista, que no han existido mayores transformaciones. La opinión pública ha centrado su atención en las tensiones prevalecientes en los dos temas más conflictivos de la agenda bilateral: migración y narcotráfico; ello haría parecer que el balance de la relación México-Estados Unidos al finalizar el siglo XX es por demás negativo.
Esa visión se encuentra alejada de la realidad debido a que no toma en cuenta que, en las dos ultimas décadas, la relación bilateral ha experimentado grandes transformaciones: en aumento en el número de actores participantes en la relación, la importancia de nuevos temas en la agenda bilateral, entre otros. Dichas transformaciones se han traducido en una intensificación de la relación bilateral; es decir, un mayor grado de interacción entre los actores de ambos países en temas en que dicha interacción era nula o escasa hace diez años.
La comparación entre los dos momentos de la relación bilateral muestra que, con excepción de los congresos y las cortes federales, los actores principales han ido incrementando su nivel de participación en el transcurso de los últimos diez años.
LA COOPERACIÓN MÉXICO-ESTADOS UNIDOS; LOGROS Y DEBILIDADES
Un avance notable en la institucionalización de mecanismos de cooperación que facilitan el dialogo y las acciones conjuntas en temas como los antes mencionados. La persistencia de malentendidos, ambigüedades e incertidumbres que, a pesar del innegable avances de los mecanismos de cooperación, siguen ensombreciendo de manera recurrente las relaciones mexicano-estadounidenses.
Los logros de la cooperación
El problema de la migración era “la política de no tener política”.
Dificultades para mantener el statu quo migratorio a partir de la aprobación, desde 1986, de leyes de corte claramente restrictivo que auguraban momentos difíciles para los trabajadores migrantes.
La atención conjunta que se otorga a la protección de los derechos de los migrantes queda atestiguada en el Memorándum de entendimiento sobre protección consular de nacionales de Estados Unidos y México, firmado por los dos gobiernos en mayo de 1996.
Dicho documento incluye una serie de acuerdos para proteger a los migrantes: que se les notifiquen sus derechos al ser detenidos; que se les facilite la presencia de funcionarios consulares en los procesos judiciales; y, en general, que se promueva la cooperación en la investigación de incidentes serios.
En cuanto al caso especifico de la región Tijuana-San Diego, se apuntan dos características singulares: la primera es que esa región fronteriza es el punto de transito e influencia reciproca más activo de todo el mundo entre dos ciudades de países diferentes, las cuales coinciden en ser las más distantes de sus respectivas capitales; la segunda es que se trata del único punto de cruce en el mundo con movimiento diario de más de 200 000 personas, la frontera más vigilada y con mayor control policiaco de todo el planeta y la única región donde la comunidad mexicana gasta más de 2 000 MDD anuales en el país vecino.
En el caso de la cooperación en materia de narcotráfico es quizá el más complejo de las relaciones México-Estados Unidos y aquel en el cual resulta más difícil establecer los limites entre los logros y el costo político-económico de la cooperación para ambos países, México en particular.
El supuesto fundamental de la política antidrogas estadounidense ha sido que el consumo en su territorio solo puede ser controlado si se elimina o reduce sensiblemente la disponibilidad de drogas; es decir, si se pone fin a la producción, la entrada, la venta y la distribución de las mismas.
Las debilidades de la cooperación
El hecho de que México y Estados Unidos se involucren en esa forma cada vez más intensa con el fin de fortalecer el dialogo y la cooperación convive con una serie de problemas que limitan la posibilidad de asegurar una relación armónica entre los dos socios comerciales, dirigida al mutuo fortalecimiento económico y político.
En el área de la preservación del acceso de los migrantes mexicanos a los mercados laborales de Estados Unidos y, por lo tanto, en el área de la influencia de México en la política de Estados Unidos frente a los migración mexicana, la situación no es alentadora.
La política del dialogo no ha obtenido garantías legales e institucionales especificas (un acuerdo migratorio) para mantener abierto el paso de la mano de obra mexicana al mercado laboral estadounidense.
No obstante las señales del mercado en materia de oferta y demanda, los temas de migración y narcotráfico contribuyen a crear una situación paradójica.
La obstrucción del progreso en cualquiera de los tres países, más que abierta eliminación de lo pactado, es el camino más seguro hacia el anquilosamiento del acuerdo comercial. Asimismo, el TLC podrá cancelarse si se presentara una problemática política seria en alguno de los países miembros o, bien, si llegara a suscitarse alguna rencilla.
LOS MEXICANOS EN ESTADOS UNIDOS
La intensa y creciente presencia mexicana en el territorio estadounidense singulariza, sin duda, a las relaciones México-Estados Unidos. En 1996, el numero de personas de origen mexicano que vivían en Estados Unidos era de 18 000 000; de ellos, más de once millones eran ciudadanos estadounidenses de ascendencia mexicana, y alrededor de siete millones eran inmigrantes con nacionalidad mexicana.
La cooperación con las personas de origen mexicano que se lleva a cabo, principalmente, a través del Programa para las Comunidades Mexicanas en el Extranjero (PCME) de la Secretaria de Relaciones Exteriores.
LA HISTORIA Y LA CULTURA
México y Estados Unidos han vivido una historia común, compartida, de influencia reciproca; incluso, puede hablarse de una especie de traslape de las dos historias nacionales. Se trata de una relación que siempre ha sido asimétrica, en la cual permanentemente han participado otros sectores sociales, además de los agentes gubernamentales. En el siglo XIX México y Estados Unidos fueron países aliados (1832), enemigos (1846) y socios por conveniencia (1867-1910); sus relaciones fueron extremadamente complejas. Esto se debía a los problemas internos de México y de Estados Unidos, a la competencia de las potencias europeas por extender sus esferas de influencia en lo que había sido el imperio español.
LA RELACIÓN MEXICO-ESTADOS UNIDOS AL FINAL DE LOS AÑOS NOVENTA; ¿VUELTA AL PASADO?
Al observar el estado de la relación bilateral en 1996-1997, y al compararla con aquella de 1986-1987, se podría concluir, a primera vista, que no han existido mayores transformaciones, lo cual se debe a que la opinión publica, en ambos periodos se ha centrado en las tensiones que prevalecen en los temas mas conflictivos de la agenda bilateral: migración y narcotráfico.
¿POR QUE LA COMPARACION?
En 1986, el 99 congreso estadounidense aprobó la Ley de Reforma y Control de la Migración, la cual buscaba endurecer las medidas en contra de la migración indocumentada, y cuyo rasgo más sobresaliente fue la aplicación de sanciones a empleadores de trabajadores indocumentados, además de un aumento en el número de agentes en la patrulla fronteriza.
En cuanto al narcotráfico, en 1986, el 99 Congreso aprobó el Acta de Control de Narcóticos, que crea el proceso de certificación. De acuerdo con esa Ley, el presidente de Estados Unidos debe certificar cada año si un país ha prestado, o no, “plena cooperación” a Estados Unidos en la lucha contra el narcotráfico de drogas; en caso de que el país en cuestión sea “desertificado”, recibirá una serie de sanciones; la reducción en la ayuda económica es la principal.
EL MODELO
Los investigadores de la relación entre México y Estados Unidos se enfrentan a un complejo objeto de estudio, debido a los tres factores que la determinan: dimensión, complejidad y asimetría.
Dimensión: se entiende la magnitud e intensidad de la relación, la enorme frontera común de más de 3 00 km de longitud y el flujo comercial que, en 1997, supero el monto de 160 000 millones de dólares (MDD), así como la densidad de su población.
Complejidad: radica en el gran número de actores participantes, desde empresarios y organizaciones no gubernamentales (ONG) hasta bandas de crimen organizado, con intereses propios, diferentes, que interactúan en muy diversos temas.
Asimetría: atraviesa y marca a todos y cada uno de los temas y actores involucrados en la relación bilateral. La magnitud de la asimetría se muestra muy claramente al observar el tamaño de las respectivas economías.
INTERESES CONTRADICTORIOS Y MECANISMOS DE COOPERACIÓN; EL CASO DEL NARCOTRÁFICO EN LAS RELACIONES MÉXICO-ESTADOUNIDENSES.
En los años 70, el narcotráfico no fue un tema preeminente en las relaciones bilaterales México-estados unidos.
En octubre de 1969, la administración Nixon llevo a cabo la denominada Operación Intercepción, que significo un cambio radical en el tratamiento del problema del tráfico de trasfronterizo de drogas.
Después del a operación Intercepción en la década de los setenta, México realizo una campaña muy efectiva de erradicación de marihuana y amapola, lo que redundo en su casi desaparición como abastecedor del mercado estadounidense.
En el periodo 1985, la confortación bilateral por el problema del narcotráfico alcanzo sus niveles más altos.
Una relativa calma volvería en el periodo 1989-1994. En ese lapso, ambos gobiernos lograron que le problema no despertara graves conflictos en la relación bilateral. La mayor o menor eficacia del gobierno de México para reducir l tráfico ilícito de drogas hacia estados Unidos.
Los procesos a los que se ha aludido en el epígrafe anterior se agudizaron tras la caída de los regímenes comunistas y el final de la Guerra Fría, preludio de una libertad económica que influyó decisivamente en la mundialización de la producción, distribución y consumo de drogas.
En nuestros días, la droga está presente en todos los continentes y áreas geográficas del planeta, lo cual no impide que puedan distinguirse una serie de centros principales de producción y rutas de distribución, así como lugares en los que se registra una mayor demanda y consumo.
En concreto, destacan dos zonas como núcleos en los cuales se inicia el proceso del narcotráfico: el sur de Asia, en el caso del opio y sus derivados, y el noroeste de América del Sur, en cuanto a la producción de cocaína.
El narcotráfico internacional se ha convertido por sí mismo en un gobierno malvado y poderoso. Representa en la actualidad un poderío financiero, político y militar mayor que el de algunas naciones de las Américas.
El tráfico y el consumo de drogas, y sus resultantes de corrupción y violencia, son las mayores amenazas a nuestra seguridad, como región y como naciones individuales. Estas amenazas no reconocen fronteras, dentro de nuestro hemisferio, en su ataque inexorable y devastador a nuestras familias, nuestras comunidades, las instituciones democráticas de nuestras repúblicas soberanas y nuestros propios medios de vida.
La política antidrogas estadounidense.
Estados unidos ha sido el mayor consumidor de drogas ilícitas a lo largo del siglo XX; el objetivo fundamental de su política antidroga ha sido siempre la reducción de los niveles de violencia y criminalidad.
Desde principios de siglo, cuando convoco las características de Shanghái y de la Haya, estados unidos ha suido el principal impulsor de la adopción de acuerdo de la adopción de acuerdos internacionales que dan preponderancia a los programas de combate a la producción y el trafico de drogas
En el plan bilateral, desde los años veinte, en particular en las últimas tres décadas, estados Unidos ha promovido activamente la realización de programas de erradicación e intercepción de marihuana, amapola y hojas de coca.
Los Estados Unidos deben adoptar una posición de principios en favor de la protección de los derechos humanos y del fortalecimiento del estado de derecho.
Esto requiere un cambio fuerte en la diplomacia estadounidense hacia una actitud más firme que ayude a los Estados a enfrentar la impunidad, proteger las vidas de sus defensores de derechos humanos, preservar la independencia del poder judicial fortaleciendo al mismo tiempo su capacidad, así como mejorar el desempeño de las fuerzas de seguridad en el campo de los derechos humanos.
La política de los EE UU debe insistir en que el gobierno de de cada país desmantele totalmente las redes paramilitares y apoye los esfuerzos de las víctimas por la verdad, la justicia y la reparación.
El gobierno estadounidense debe proteger estas comunidades que han resultado desproporcionadamente afectadas por el desplazamiento y los estragos de la guerra, prestando especial atención a sus vulnerables derechos a la tierra.
Asimismo deberá instar al gobierno colombiano a completar la titulación de tierras a las comunidades afrocolombianas, exigir la total devolución de sus tierras a las comunidades desplazadas y garantizar que los proyectos estadounidenses de asistencia no se realicen en tierras obtenidas con violencia.
Quienes formulan las políticas en los EE UU deberán usar las condiciones sobre derechos humanos en la ley estadounidense para insistir en que las fuerzas armadas colombianas no violen los derechos humanos y a la tierra de estas comunidades.
La política antidroga de México.
A diferencia de estados unidos, México no ha desarrollado, hasta el momento, un problema endémico de consumo de drogas, aunque este ha tendido a aumentar en los últimos años.
El gobierno de México permitió un aumento en el cultivo de amapola para satisfacer los requerimientos de opiáceos durante la segunda guerra mundial. Históricamente, la mayor parte de la producción mexicana de marihuana y heroína, así como del tráfico de cocaína, han sido para satisfacer la demanda estadounidense.
El principal exponente, promotor y defensor de la política antidroga es el poderoso vecino del Norte: los Estados Unidos de América. Su influencia en organismos internacionales, así como en los diferentes gobiernos latinoamericanos, es innegable.
En el ámbito del consumo de drogas sus índices tienen una dimensión escalofriante, calificables de epidemia, a pesar de lo cual se empeñan en ver este fenómeno como un problema que viene de afuera, donde los culpables son tanto los países productores como los que sirven de puente para el transporte
La mencionada política pretende erradicar el consumo y el tráfico, combatiendo a toda costa la oferta. Se presenta al narcotráfico como "el mal perverso", la "plaga contra la humanidad", un "cáncer" para la estabilidad política y económica latinoamericana
. La presión del gobierno norteamericano es tal, que valiéndose de nuestra dependencia económica, condiciona los planes de reactivación y desarrollo regional, a la aprobación de una serie de leyes antinarcóticos y a la activa participación en su "guerra contra las drogas" guerra autodeclarada y autoimpulsada en febrero de 1982, por el entonces presidente Ronald Reagan.
Por lo tanto, resulta a todas luces lógicas y explicables que las leyes en materia de drogas no respondan a nuestra realidad socio-económica, y cultural pues se dictan sin analizar otra opción, respondiendo únicamente a los intereses de nuestro "vecino y amigo":
Manejo bilateral del problema desde 1996.
En 1994, no parecía que el narcotráfico volvería a representar un serio desafío para las relaciones entre México y estados unido.
Al inicio, de sus periodos de gobierno, los administradores Bush y salinas se propusieron estrechar la cooperación antidroga. En 1989 firmaron un tratado de cooperación contra el narcotráfico, por medio del cual se fijaron este campo.
Las reuniones interparlamentarias México-Estados Unidos, tienen su fundamento legal en la Ley Pública 86 que pertenece a Estados Unidos, aprobada el 9 de abril de 1960.
Las tendencias a la institucionalización tampoco ha logrado la definición bilateral de políticas mas afincases contra el tráfico ilícito de drogas.
Conclusiones y perspectivas
México y Estados Unidos tienen una visión común respecto al problema de las drogas, comparten la idea de que es necesario enfrentar simultáneamente el problema desde un enfoque integral que incorpore políticas dirigidas tanto a la reducción de la demanda, como a la oferta de drogas ilícitas.
En los últimos cinco años, ambos países han logrado construir una estructura institucional sólida para llevar a cabo la colaboración bilateral en materia de cooperación antinarcóticos. Por primera vez, ambos países han comenzado a instrumentar un plan de colaboración amplio, integral y estructurado que oriente los esfuerzos conjuntos a largo plazo: la Estrategia Bilateral de Control de Drogas.
En este marco, se ha logrado un mayor acercamiento entre agencias competentes de ambos países, lo cual ha repercutido en un mayor entendimiento de las problemáticas particulares que enfrenta cada país y de los mecanismos de control nacionales para enfrentarlas.
El establecimiento de un mecanismo bilateral de consultas de alto nivel especializado en el control de drogas, el GCAN, ha agilizado los procesos de decisión y concertación entre ambos gobiernos, permitiendo dirigir efectivamente los esfuerzos de cooperación bilateral en contra del consumo de drogas, el narcotráfico y los delitos asociados.
No es posible para México y Estados Unidos enfrentar el problema de las drogas desde una perspectiva individual. Por lo tanto, se hace imperativa la conservación y el fortalecimiento de los mecanismos cooperativos entre los dos países. El logro más importante ha sido el desarrollo de una alianza antidrogas fuerte y vigorosa que se ha creado a partir de una perspectiva común acerca de las amenazas que ha impuesto el problema a ambos países, así como de un firme acuerdo acerca de los retos que se plantean a futuro. Esto es un logro inédito y valioso para la relación de las dos naciones vecinas, y debe de servir como ejemplo para aquellos países que se deben enfrentar, de igual forma, a amenazas de carácter transnacional o internacional. Reconocemos asimismo, que el problema de las drogas no es una guerra a ganar. Es más bien, un problema de naturaleza compleja y de largo plazo que requerirá necesariamente, de la activa participación y apoyo de nuestras sociedades.
AVANCES Y RETOS EN EL COMERCIO Y LA INVERSIÓN ENTRE MÉXICO Y ESTADOS UNIDOS.
El principal propósito de este ensayo es mirar hacia adelante. A fin de llevarlo a cabo, la atención se centrara en el contexto actual de las relaciones comerciales y de inversión entre México y Estados Unidos; Asimismo, se intentara por que han llegado al punto en el cual se encuentran.
Durante la guerra fría, el principal interés de Estados Unidos en materia de política Exterior era contener el crecimiento del comunismo, asunto que ciertamente no ocupaba un lugar preponderante en la agenda mexicana.
La situación actual
En la relación bilateral existen tantos problemas como promesas. Habrá que empezar con las fuerzas positivas para, posteriormente, matizar el panorama con una discusión sobre las debilidades.
Fuerzas positivas.
En los últimos años, el comercio de mercancías entre México y Estados Unidos se ha incrementado de manera significativa.
Para México, el auge en materia de exportación de mercancías hacia Estados Unidos se produjo después de la entrada en vigor del TLC de América del Norte, en primero de 1994.
Como resultado de la sostenida relación de cooperación entre ambos países, los gobiernos de México y Estados Unidos cuentan ya, con una base a partir de la cual dirigir sus esfuerzos a futuro. Aún más, la cooperación bilateral integral para controlar la oferta y demanda de drogas, ha dado como resultado un mejor entendimiento respecto a las problemáticas y retos a futuro que enfrenta cada país.
En términos específicos, se desarrollaron mecanismos de cooperación que aseguraron la viabilidad de evaluar los resultados obtenidos en reducción del uso y abuso de drogas, así como en el tráfico ilícito de las mismas y sus delitos conexos.
En este sentido, fueron llevadas a cabo acciones específicas en áreas como la recolección de datos, investigaciones conjuntas, protocolos de tratamiento, prevención, arrestos y sentencias de miembros de las organizaciones criminales, intercepción de drogas, armas y precursores químicos.
Estos esfuerzos, demostraron la importancia del establecimiento de una visión integral para tratar con el control de drogas, prestando atención tanto a la demanda como a la oferta de drogas.
La cooperación bilateral y consultas sobre cooperación antinarcóticos y asuntos de procuración de justicia ha sido alcanzada de manera activa y efectiva durante las administraciones de los presidentes Zedillo y Clinton gracias a la amplia variedad de acuerdos y arreglos alcanzados entre México y los Estados Unidos, diseñados para facilitar los esfuerzos conjuntos contra el crimen organizado, incluyendo el Tratado de Extradición, el Tratado sobre Cooperación de Asistencia Jurídica Mutua, Acuerdo de Cooperación Mutua para el Intercambio de Información respecto a Transacciones en Moneda a través de Instituciones Financieras, así como el Memorándum de Entendimiento sobre Procedimientos para Cooperación en Actividades de Aplicación de la Ley y el Acuerdo Aduanero de Asistencia Mutua.
Debilidades.
Los aspectos más frágiles de la relación nacen de la simetría existente y de los hábitos de pensamiento que esta ha engendrado en las dos poblaciones.
Los migrantes indocumentados de México viajan al norte, casi nunca hacia alguna otra dirección. Los narcóticos también viajan hacia el norte. Este fenómeno no ocurriría sin la enorme demanda de los estadounidenses, a pesar de lo cual la población y el gobierno de este país argumentan que México es el proveedor y la principal ruta de transito.
El intercambio comercial entre México y Estados Unidos se inscribe en el marco conformado por dos tratados de esta red de acuerdos comerciales, el TLCAN y el ALCA. Actualmente esta relación enfrenta diversos retos.
El TLCAN se concibe como un área de oportunidad y de beneficios que dado el nivel de concentración comercial que ya existe, no pueden expandirse fácilmente.
Por otra parte, el ALCA y la creciente preocupación de Estados Unidos por su seguridad se perciben como una amenaza a dicho intercambio.
Sin embargo, las amenazas reales no se encuentran en la configuración exterior del esquema de comercio exterior de México, sino en los problemas su interior que impiden transformar estas supuestas amenazas en oportunidades.
El ALCA es la iniciativa de liberalización comercial regional más ambiciosa en el continente tanto por el número de participantes como por los temas que plantea. La agenda cubre una serie de temas con una alta complejidad y el proceso de negociación se vuelve aún más complicado si se considera que los plazos de negociación son muy reducidos y que cada país debe integrar nueve grupos de negociación.
Estados Unidos es el país que marca el ritmo de avance en la negociación del ALCA mientras que el Mercosur, apuntalado por Brasil, ejerce un contrapeso limitado a dicho liderazgo. México y Canadá, por su parte, mantienen una posición de reserva con respecto a los avances de este proceso ya que perciben como contraria a sus intereses la erosión de sus preferencias comerciales con Estados Unidos a partir de la ampliación de las mismas al resto de los países de América.
Por otra parte, el TLCAN ha dado un gran dinamismo al comercio e inversión en América del Norte y sin lugar a dudas se ha vuelto estratégicamente importante para los planes de desarrollo mexicanos. Desde la perspectiva de México, los resultados del TLCAN tienen muchos matices.
El TLCAN ha tenido aspectos positivos como el incrementar las exportaciones y los flujos de inversión, construyó un andamiaje institucional en el comercio con Canadá y Estados Unidos, y brindó certeza acerca de la política económica que seguirá el país.
Dentro de los rubros negativos, destaca el que ha incrementado la dependencia económica de México hacia los Estados Unidos, incrementando la vulnerabilidad del primero.
La esencia del TLC
El Tratado de Libre Comercio es un conjunto de reglas que los tres países acuerdan para vender y comprar productos y servicios en América del Norte. Se llama de "libre comercio" porque las reglas que se disponen definen cómo y cuándo se eliminarán las barreras arancelarias para conseguir el libre paso de los productos y los servicios entre las tres naciones participantes; esto es, cómo y cuándo se eliminarán los permisos, las cuotas y las licencias, y particularmente, las tarifas y los aranceles, siendo éste uno de los principales objetivos del Tratado.
Otros objetivos a conseguir son: promover las condiciones para una competencia justa, incrementar las oportunidades de inversión, proporcionar la protección adecuada a los derechos de propiedad intelectual, establecer procedimientos eficaces para la aplicación del
Tratado y para la solución de controversias, fomentar la cooperación trilateral, regional y multilateral, entre otros.
Estos objetivos se lograrán bajo los principios y reglas del Tratado, como los de trato nacional, trato de nación más favorecida y la transparencia en los procedimientos.
El Tratado, si bien no tiene el alcance de un mercado común, sí tiene un nivel superior al de una desgravación arancelaria, ya que incluye la prestación de algunos servicios profesionales: servicios financieros, servicios en telecomunicaciones, servicios de transporte, servicios turísticos, servicios para la salud.
Además, se incluye un mecanismo trilateral para la solución de controversias que pudieran surgir en el tiempo.
Las negociaciones concluyeron el 11 de agosto de 1992, produciéndose el anuncio oficial en la mañana del 12 de agosto por los Jefes de Gobierno de los tres países. Una vez concluidas las negociaciones, los textos fueron revisados y adecuados a los términos legales pertinentes, dando paso así a la rúbrica de los mismos por parte de los ministros de comercio, Jaime Serra Puche y Michael Wilson, y por la Embajadora Carla Hills.
El momento de la firma marca el inicio de un complejo proceso que va desde la autorización del Ejecutivo estadounidense para firmar el Tratado, hasta el sometimiento a la aprobación del Senado mexicano, del Congreso de Estados Unidos y de la Cámara de los Comunes de Canadá.
LOS MEXICANOS EN ESTADO UNIDOS
LA MIGRACIÓN MEXICANA A ESTADOS UNIDOS TENDENCIAS PRESENTES Y DESAFÍOS FUTUROS.
Deportes
El deporte es un instrumento particularmente útil para acercarse a un sector de la comunidad que recure con dificultad a las representaciones consulares en busca de ayuda: el de los jóvenes indocumentados o solteros, de aquellos que dejaron a sus familias en México.
En el caso de los niños, el deporte y las actividades recreativas sirven para estimular la identidad hacia lo mexicano a través de un mejor conocimiento de los juegos infantiles tradicionales.
Salud
El nivel educativo promedio de la comunidad de origen mexicano en Estados Unidos no es muy alto, lo cual conlleva una serie de consecuencias, entre las que destaca el peligro inminente de las adicciones y cierto tipo de enfermedades, muchas veces adquiridas por ignorancia.
Los programas de educación se refuerzan mediante campañas preventivas de salud dirigidas a dos tipos de audiencia.
Cultura
La cultura mexicana en Estados Unidos, que ha luchado por conservar su forma original, contra la asimilación mediante un lugar común étnico, que ha luchado por conservar su forma original, contra la asimilación mediante un lugar común étnico. Hasta la fecha gracias a su antigüedad y diversidad así como el arraigo que provoca en todos los mexicanos, aunque no sea tan evidente, la comunidad de origen mexicano en Estados Unidos demanda trozos auténticos de México.
Negocios
El PCME pretende aprovechar los desafíos y las oportunidades que brinda la apertura económica para promover negocios entre las comunidades Hispanas en Estados Unidos y los empresarios mexicanos; presidente de l consejo para la promoción de negocios con las comunidades mexicanas e hispanas, a través del cual organiza la participación de empresas mexicanas en foros y seminarios comerciales.
Difusión
Un poco compiladora y un poco portavoz del PCME, el área de difusión produce materiales informativos en diversos medios para apoyar las campañas de las otras áreas. Además se editan tres publicaciones dirigidas a los diferentes lectores de la comunidad mexicana en el mundo: La paloma, Raíces y noticiero Quincenal.
Recaudación de fondos
Las aportaciones que obtiene el área de recaudación de fondos tienen como objetivo apoyar el trabajo del PCME; provienen de las empresas mexicanas con intereses en Estados Unidos; de empresas estadounidenses con intereses en México; y gobierno de los estados. Para tal efecto estableció una cuenta especial con el Fondo Nacional para la Cultura y las artes, mediante el cual se extienden recibos deducibles de impuestos.
COOPERACIÓN Y CONFLICTO EN LAS RELACIONES MÉXICO-ESTADOS UNIDOS; UN ENFOQUE HISTORICO
Se trata de una integración bastante compleja. En primer lugar, debido al carácter asimétrico- entre otros factores estructurales- que siempre hay definido entre países.
En segundo, a que las relaciones nunca han estado limitadas a la mera interacción entre los agentes gubernamentales de cada país; en ellas han participado y participan de manera cada vez más importante, otros actores sociales.
Aliados, enemigos y socios: las relaciones bilaterales entre 1822 y 1910
En la lucha partidista, Estados Unidos estuvo presente tanto directa como indirectamente: los políticos liberales mexicanos- radicales y moderados – vieron en Estados Unidos como un aliado cultural.
Los conservadores insistieron en la necesidad de mantener las instituciones políticas y sociales heredadas de la tradición española y llevar acabo reformas particularmente en el ámbito, económico, de manera progresiva; veían a los estadounidenses con la misma actitud de recelo y antagonismo que se había dado entre España y gran Bretaña desde el siglo XVI, y que había trascendido a sus colonias.
La búsqueda de nuevas alternativas, 1970-1988
Durante la segunda mitad de la década de 1960 y hasta principios de la de 1980, tanto México como Estados Unidos sufrieron una serie de desajustes internos que se reflejarían en sus relaciones.
Después del intento de diversificación y relativa independencia diplomática del gobierno de Adolfo López Mateos, la administración de Gustavo Díaz Ordaz retoro a la postura previa, de énfasis en la relación con Estados Unidos; solo mantuvo el intento de diversificación comercial en América Central.
MIRADAS DE PERFIL. ENCUENTROS Y DESENCUENTROS CULTURALES ENTRE MÉXICO Y ESTADOS UNIDOS
Los fantasmas y las percepciones no son triviales ni menos reales que los demás agentes y vectores involucrados, puestos que influyen en el comportamiento de las sociedades y de sus individuos. Un número infinito de nuestros comportamientos individuales y nacionales nos es dictado por ellos.
Asimetrías, el amor y la guerra
La identidad es calca no disimulada de la denominación del vecino del norte, orgullosa leyenda que se exhibe en sellos y monedas en torno al escudo nacional: Estados Unidos Mexicanos.
La estampa idealizada del pasado indígena del Anáhuac que loa actuales mexicanos veneran en los murales de Diego Rivera o en las ilustraciones de los libros de texto sin saber mucho mas acerca de el, constituye quizá la piedra angular sobre la que descansa el edificio del orgullo nacional, un elemento capital en la formación de toda cultura patria.
Para encontrar un pasado, para construir una identidad y un destino, Estados Unidos ha dirigido su vista hacia Europa, la mirada de su alta cultura, modelada por Inglaterra, no ha cambiado desde la independencia.
México se encuentra absorto en un tete a tete con una sola potencia que es, al mismo tiempo, su principal contraparte en todas las negociaciones: económicas, políticas, culturales y migratorias…
La cultura mexicana busca sus referencias en el corazón de su propio territorio, extasiándose ante los esplendores de un pasado ideal e imaginario….
La historia como herencia y como recurso
La profundidad del tiempo social se frena y se bifurca en ese punto: ni la lengua ni los instrumentos conceptuales, ni las instituciones políticas permiten a la sociedad mexicana contemporánea tratar al mundo prehispánico como algo propio: es un horizonte ya ajeno, parte entrañable y mítica de la identidad pero de muy difícil acceso.
El heraldo de una civilización
México es por el contrario, un país de varias civilizaciones; un espacio que alberga en su seno proyectos diferentes de lo que debe ser una sociedad, sueños distintos y esperanzas divergentes.
Transparencia y opacidad
Aunque formado por dos sistemas divergentes, México ha sabido construir numerosas pasarelas entre ellos; incontables mecanismos de negociación que permiten el funcionamiento de ese circulo que se empeña continuamente en llegar a ser cuadrado.
Los procesos de modernización precipitada suelen engendrar en reacción movimientos de repliegue cuya aptitud e intensidad son proporcionales a la aceleración del impulso progresista.
México es un país dividido por una zanja que separa a dos civilizaciones, una zanja que viene a añadirse a todas las demás fracturas: desigualdades económicas, diferencias étnicas.
BIBLIOGRAFIA
MEXICO ESTADOS UNIDOS; LAS RUTAS DE LA COOPERACION
AUTORES: OLGA PELLICER Y RAFAEL FERNANDEZ DE CASTRO
INSTITUTO MATIAS ROMERO
INSTITUTO TECNOLOGICO AUTONOMO DE MEXICO